Varias son las prendas a destacar en el ajuar de la imagen mariana titular de nuestra cofradía, Ntra. Sra. de los Dolores. Su condición de ser la mas antigua de las devociones de este pueblo (desde 1.756) y nuestra primitiva patrona, la han dotado a lo largo del tiempo de un vestuario acorde con su rango.
Uno de los objetos más antiguos que posee, no sólo la imagen sino la propia ciudad de Isla Cristina, es la Corona de plata sobredorada fechada en el año 1.794 según la inscripción conservada en su interior.
Otro de los elementos a destacar es el magnífico manto procesional de terciopelo morado bordado en oro y tachonado de estrellas del mismo metal precioso que data de principios de siglo XX y es de autor desconocido al igual que la saya bordada en oro sobre terciopelo burdeos que fue restaurada recientemente por Doña Rosario Bernardino.
Es de destacar también el pañuelo que luce en las grandes ocasiones Nuestra Señora realizado en encaje de bolillos con incrustaciones de pedrería datable también a principios del siglo pasado.
De esta época son también el puñal y la corona de espinas de plata sobredorada y algunas de las joyas que la imagen de la Virgen luce en sus festividades siendo una de las mas destacables, aunque de reciente adquisición, la Medalla de Oro de la Ciudad impuesta a nuestra titular el pasado 15 de septiembre de 2.007 con motivo de la conmemoración del 250 aniversario de la devoción a Ntra. Sra. de los Dolores en Isla Cristina.
Posee la Dolorosa un nutrido juego de mantos y sayas en terciopelos y brocados de distintos colores que luce la bendita imagen en su camarín según sea la liturgia del momento y las costumbres cofradieras tradicionales y siempre bajo el estilo clásico que tanto la caracteriza, siendo numerosos los encajes, mantillas y tocas de sobremanto de su ajuar. Son también de destacar la Corona de Camarín de la década de 1.960 y el Aro de Hebrea de plata que al llegar la cuaresma corona las sienes de Nuestra Señora.
La imagen del Santo Cristo de la Vida posee Corona de Espinas y Potencias de plata de mediados del siglo XX siendo de destacar también dos Paños de Pureza de reciente adquisición en anticuarios y que vienen a recuperar la tradición perdida durante mas de dos décadas de sobrevestir la efigie del Cristo.
